MI VIDA ES UNA CONTRACTURA

Cómo se sobrevive cuando la espalda te juega malas pasadas regularmente?? Fácil: con droga… Hace unos meses, luego de una semana de un dolor que me hacía saltar las lágrimas, un sabado decidí una jugada desesperada: cocktail de Dioxaflex, Blokium, Valium y una botella de vino. Le recordé a mi hermana que soy donante de organos, y me encomendé al Supremo. Vi pitufos de colores. No sé si se me relajó la contractura, pero se podrán imaginar que no me importaba… Cuando empecé a notar que caminaba sobre una nube, me fui a dormir.

Decidí que era suficiente. Me recomendaron una osteopata, y allá fui. Soy completamente escéptica con todo lo que no sea medicina tradicional, así que la primera sesión fue un “ya te voy a sacar la ficha”. Me cagó! Funcionó… y me volví adicta. No me contracturé en tres meses.

El jueves la señora osteopata decidió darme el alta. Ayer me contracturé… no sé si van vislumbrando como funciona mi cerebro… Altamente trastornada sin dudas. Será que no me decido a vivir sin el franeleo de cada sesión?

Meditando un poco, concluyo que hay dos posibles razones para estos hermosos nudos:
1) Luego de muchos años en el rubro, creo que estoy desarrollando una especie de alergia a la temporada alta. Un profundo desagrado contra las hordas de americanos pudientes y centenarios que me complican la vida. Pasar del alpedismo invernal al acelere diario, de un día para el otro, evidentemente me estresa. Y no me lo tomo con calma… soy auténticamente WORKAHOLIC.
2) El viernes, el señor con el que me estoy viendo decidió invitarme al cine. Hasta ahora, la relación venía siendo pretty much indoors, digamos. Cuando salíamos del cine, el señor me agarró de la mano…. DANGER… PANIC ATTACK. Resonó en mi cabeza la frase “agarrada de manos… noviazgo inminente”. No sé si estoy preparada para Quilmes Light. Si así estabamos bárbaro!!!

Ayer, el recital de Depeche Mode fue una agonía. Mi espalda pedía por favor. El ritmo laboral no lo puedo solucionar… habrá que tomar otras medidas… sin duda….