Se me
ocurrió en el día de hoy compartir con ustedes una pequeña situación recurrente
que me pone algo nerviosa. Quizá puedan ayudarme con algun pequeño “tip”. Algo
que me permita salir airosa y digna.
Vamos a
ubicar la escena en un baño público cualquiera. Bueno… cualquiera lo que se
dice cualquiera no… digamos un baño que cumpla con ciertos standards de calidad
y limpieza (sí, ya sé, mientras lee esto se le aparece en la cabeza la imagen
de Ronald Mc Donald… ¡BORRELA YA!). Me refiero más bien a un baño de shopping,
aeropuerto, o de determinadas estaciones de servicio con pseudo restaurant. ¿Me sigue?
Bueno, luego
de finalizar lo que sea que haya ido a hacer al baño (no, le agradezco, sin
detalles en lo posible) se dirige usted hacia los lavatorios, y a medida que se
va acercando nota un faltante. El terror se apodera de usted, y empieza a
buscar la manera de no quedar como un idiota. ¿Adivinó? Sí señor, cualquiera
sea el diseño y mecanismo elegido en ese lugar, la canilla definitivamente no
forma parte de él. El abanico de opciones aquí es escaso:
1) Usted
está sólo/a, y puede probar sin vergüenza todas las formas posibles para lograr
que salga agua. Pulsa un botón inexistente arriba del grifo, pasa las manos por
debajo del mismo buscando un detector de movimiento, busca un botón inexistente
en el piso, etc. No hay consecuencias graves, y a la larga usted logra su
cometido
2) Hay
gente en el lugar, pero usted deliberadamente demora unos segundos en llegar al
lavatorio, suficientes como para pispear como se las arregla el/la de al lado. Mismo resultado, y usted vuelve a salir airoso/a.
3) El horror:
Usted esta distraído/a, y se encuentra ya frente al grifo sin remedio, notando
que hay gente que lo mira alrededor, con cara divertida. Mira a los lados pero
nadie parece tener intenciones de necesitar lavarse las manos. Intenta con desesperación
hacer todos los movimientos de manos a
la vez, disimuladamente, como para que parezca que sabe exactamente lo que está
haciendo. Finalmente se rinde y se da cuenta de que el blooper está hecho,
mientras en su cabeza resuena la carcajada general que imagina el resto de los
presentes contiene, y farfulla un ininteligible “igualnovoyavolveraveraestegrupejoinfectodeminitasfracasadasenmivida,asíquealcarajo”
o algo similar.
¿Le pasó? ¿Se
sintió tan mal como yo o le parece una exageración? ¿Cómo dice? ¿Qué puede
vivir perfectamente con eso?
Y bueno…
hago lo que puedo… y usted francamente no me es de mucha ayuda. Vaya enfilando
con su teoría zen para otro lado y deje lugar para algún colérico que opine
algo como la gente. ¡Ts!