lunes, 18 de abril de 2011

PAREZCO INTELIGENTE, PERO NO SE DEJE ENGAÑAR


Domingo a la tarde. G y yo decidimos ir al cine. Hacía rato que veniamos pensando en llevar a mis sobrinos a ver “Río”. La verdad es que representan una excusa excelente para ir a ver ese tipo de películas. No tengo idea si les interesa o no, debo confesar, pero claramente ese no es el punto.

De todas formas, y lamentablemente , no se dio la ocasión, así que allá fuimos a verla de todas formas sin la compañía de las adorables pequeñas bestias.

No estoy intentando justificarme de antemano, pero abro aquí un parentesis para hacerles saber que yo estaba con un resfrío importante, y drogada con Decidex.

Una vez compradas las entradas, G. insistió con que yo tenía que probar cierto cuadradito de naranja del Mc Café. No entiendo muy bien esa manía de la gente, de tratar de cambiar mi perfectamente comprensible rechazo hacia todo lo que tiene que ver con Mc Donald´s. Lo cierto es que uno tiene que probar para aseverar que algo no le gusta, y además el tema ya se estaba volviendo más insoportable que mi insistencia en reventarle al susodicho los granitos/ puntos negros. (pueden creer que el sorete se me resiste?!?!?!?)

En fin, para terminar con el debate fuimos a comprar los benditos cuadraditos. La chiquita del mostrador (muy sonriente ella) nos informo con mucha soltura que no había café. O sea, a ver si te entiendo nena… no hay café en el Mc Café?!?!?!?!? Por qué mejor no me decis que no tenes ganas de trabajar?!?!?!

Respiré hondo, compré los malditos cuadraditos y decidí que era una buena ocasión para probar el café de Starbucks (al que también me vengo negando).

G. buscó un asiento, y me dijo que fuera yo a comprarlos, ya que había muchas opciones y yo tenía que verlas para elegir. Me encargó un cappuccino con dulce de leche. Maldito... creo que fue una confabulación desde el principio…

Cabe destacar que el negocio era un mundo de gente, apiñandose cerca de la caja y en el area de entrega. Leí rapidamente la lista de opciones, sin entender ni la mitad (que carajo es Mocha??? Y Macchiato???), mareada y chorreando moco. Me llegó el turno, la gente se impacientaba, y yo no había encontrado la opción solicitada ni tenía muy claro que quería yo. Resultado? Asocié cappuccino con frappuccino (que fue lo más parecido que vi con opción de dulce de leche) y pedí dos. Creo que no hace falta aclarar que recibí mi pedido con sorpresa, al notar que estaba FRIO, y me sentí la mas idiota del universo. Volví a la mesa y apoyé los vasos con malhumor, mascullando por lo bajo algún intento de explicación para mi estupidez.

Preso de un ataque de risa, G. me miró y me dijo: no ves que sos un pibe! Vos de preguntar ni hablar no? Cualquier otra mina se hubiera quedado preguntando CADA UNA de las opciones!

La verdad, un caballero, yo en su caso hubiera apelado a un típico “a veces sos tan rubia!”

By the way, ese Frappuccino parecía más un milk shake que otra cosa, y me quedé si saber realmente que gusto tiene el café de Starbucks.
Me voy a estudiar bien la página web con las explicaciones de cada uno… otra vez no me agarran… CATZO!

jueves, 14 de abril de 2011

TODO CONCLUYE AL FIN… NADA PUEDE ESCAPAAAAR

Quiero dejar documentada en esta entrega, la desolación que reina en la oficina.

Luego de los eventos ya mencionados con anterioridad, finalmente la jaula se abrió (en este país todo y todos tienen precio) y el señor jefe volvió a iluminarnos con su presencia. Claro que eligió un delito altamente condenable por la sociedad, lo cual causó la caída estrepitosa de su nombre y empresa. No obstante, debo decirles que camina por la vida con total impunidad, sin demostrar ningún tipo de vergüenza o arrepentimiento.

Luego de una semana complicada, durante la cual debi explicarle exhaustivamente la situación general, daños irreparables y terminar un pre balance en 3 días, finalmente reina la calma.

Mientras el señor decide que quiere hacer (no hay nada que decidir corazón, ningún cliente o proveedor quiere seguir trabajando con vos… date cuenta), nosotras seguimos al pie del cañón justificando nuestro sueldo, mientras claramente armamos nuestro emprendimiento por nuestra cuenta.

Sí… un stress. Notese aquí un breve ejemplo de nuestras actividades diarias.




Un clásico: fotocopiarse la cara


Mmmmm, que color elijo???


Manualidades. Guirnaldas con diseños varios


Y ahora sí... el colmo del descaro... te copas con unos pochoclos??? Dale que ya empieza!!!!