martes, 25 de mayo de 2010

GAME OVER

Y así, en un suspiro, en un abrir y cerrar de ojos, casi sin darme cuenta…. Se me terminaron las vacaciones.
Al son de “todo concluye al fin… nada puede escapar”, llegué a Ezeiza, a un Baires brumoso, lluvioso… Una tristeza volver a la realidad.
Pero me quedo con un altoviaje.com. Sin dudas. Y compruebo que mi suerte está cambiando: no voy a divertirlos esta vez con relatos de catrascadas y catástrofes. No sé que pasa (shhhh no digan nada), pero esquivé las cenizas, la lluvia, la huelga y el quilombo en Grecia, todo fluyó como debía. Increible!
Algunas notas de color:

Llegué a Paris sin inconvenientes. Mi francés funciona respetablemente, y me las arreglé para entender donde tomar el metro, y como combinar dos veces para llegar a destino, valija y mochila a cuestas. Cabe destacar que no duermo en los aviones, así que mi estado era calamitoso, después de 12 horas de vuelo. Mi amigo me había dicho “te dejo la llave de casa debajo del felpudo”. Buenísimo! Depto bien ubicado, no podía pedir más. Pero nada es tan sencillo como parece. El muchacho vive en un sexto piso por escalera. Y la llave que me había dejado en la puerta del depto (arriba) era la del buzón (ubicado en planta baja), donde sí estaba la maldita llave. O sea, subí 6 pisos con la valija, agarré la llave, bajé al buzón y volví a subir los 6 pisos. Gracias por tanto!!
Capítulos aparte fueron:
- entender que el aparato que parecía un portero eléctrico era en realidad el lugar donde debía pulsar el código de acceso al edificio y a la torre. Estar parada en la calle como una idiota, pensando como carajo abrir la puerta… priceless… Amigo: vale explicarme para que carajo son los códigos que casi no anoto de tus indicaciones.
- encontrar la llave debajo del felpudo, que estaba pegada con cinta y no a la vista. No me juzguen, estaba muy cansada.

Una vez adentro, las necesidades básicas se superpusieron: comer, dormir, bañarme. Por supuesto, caí desmayada mientras intentaba resolver la disyuntiva.
Agradecida por haberme recibido en su casa, la debajo firmante se recorrió París, buscando una carnicería argentina, para hacerle al nene milanesas, porque estaba antojado. Punto para mí! Jugada calificada.

La segunda anécdota digna de mención gira alrededor del guía en Turquía. Un personaje sin lugar a dudas, con aires de winner, pero completamente sin fundamentos para ello. Seguidor fiel de los coordinadores de Bariloche a mi entender.
En dos días, el pibe había utilizado sus matemáticas conmigo: mujer sola + vacaciones = disponible. Grave error corazón, alejate de mí y dejá de abrazarme haciendote el amiguito. Los últimos días la situación se tornó un tanto… como decir… pegajosa, incómoda. Pude salir airosa, teniendo que escuchar incontables sanatas en pseudo español. Qué necesidad? Limitate a guiar por favor.

En fin, hoy 25 de mayo estoy disfrutando de mis últimas horas de libertad. Mañana veremos que muertos tengo sobre el escritorio….