miércoles, 29 de diciembre de 2010

FRASCO DE MERMELADA- EL REGRESO


Los que me leen regularmente sabran de qué estoy hablando. Para los demás, dirigirse prestamente a ciertos artículos que escribí aquí y aquí, leer y regresar. Ya ta? Bueno, arranco…

Ayer me dirigí con muuuucha buena voluntad al gimnasio. Normalmente no voy los martes, y caí en una clase de spinning con una profesora que no conocía. El personaje en cuestión comenzó a relatarle a una de las chicas (mirandome a mí tambien) como esa mañana no había podido abrir el frasco de mermelada y había tenido que salir a buscar al portero para que se lo abriera. No contenta con eso, agregó: “a veces extraño a mi ex-novio para estas cosas”.

Se me hizo agua a la boca. Justamente a mí me pasan estas cosas? Hace falta tener que escuchar semejantes idioteces? Cómo se hace para no contestar una barbaridad?

Respiré hondo y con mi mejor tono politico le expliqué las bondades de la punta del cuchillo sobre la ranura de vidrio para permitir la entrada del aire y la alternativa de poner el frasco bajo el agua caliente, boca abajo. Y le pedí… encarecidamente… que deje de pedir ayuda al portero para esas cosas (a menos que te lo quieras garchar y/o quieras seguir dejando mal parado al género femenino) y que deje de pensar que extraña al ex-novio por razones tan irrelevantes.

Me miró. No supo si reirse o decirme gracias con seriedad. No le quedó muy claro si yo la estaba insultando o realmente la estaba aconsejando. Una pena, quizá no fui tan política después de todo, aunque sonaba bien en mi mente en ese momento….

jueves, 23 de diciembre de 2010

CENA DE AMIGAS


Llegan las fiestas, y con ellas las reuniones y encuentros de rigor.

Ayer mi orden del día incluía ir a comer con un grupo de amigas de años. La vida con el tiempo nos fue llevando por caminos diferentes en cuanto a carreras, ocupaciones y situaciones económicas. Sin embargo, la amistad sigue inalterable, y nuestras reuniones son siempre divertidas a pesar de las diferencias.

Anoche el equipete incluía:
• Cuatro amas de casa en muy buena posición económica, con hijos
• Una profesional exitosa, con buena posición económica y con hijos
• Dos profesionales bastante remadoras
• La debajo firmante

Dos de las mencionadas amas de casa, pasaron (por decision propia y hace años) de ser profesionales exitosas a ser madres y esposas abnegadas.
Una de ellas está viviendo momentaneamente en Arabia, debido a que el marido fue transferido por el banco donde trabaja.

Todo este preámbulo solo intenta darle un marco a la profunda decepción que me produce el hecho de venir notando un progresivo cambio operado en mi gran amiga, que pasó de ser una joven profesional exitosa, a ser una rubia más (dicho por ella en tono jocoso), que no quiere pensar y pasa su tiempo haciendo shopping y gastando fortunas. Dicho marco intenta también hacerles entender que mis comentarios desaprobatorios no contaban con muchas adeptas dentro del grupo. Todos sabemos de todas formas que callarme no es lo mío.

Entiendo (por supuesto) que la decision de ir a Arabia fue hablada y acordada entre su marido y ella y que se trataba claramente de un sacrificio de ambos, en pos de una suma interesante de dinero a lograr en 2 años. Entiendo también que ella pasó a ser exactamente “nadie”, confinada en un “compound” (especie de barrio cerrado) del cual solo puede salir completamente cubierta y acompañada de un hombre. Me queda claro que su día se divide basicamente entre sus hijos, el personal trainer, la espera del regreso a casa del marido y precisamente … las salidas de shopping con otras mujeres en la misma situación.

En Arabia, el sistema de tarjetas de crédito opera de manera tal, que al realizar la mujer una compra, automáticamente se envía un mensaje de texto con el importe al celular del marido. Imaginense el cuadro del señor en cuestión, en plena reunion, haciendo una presentación de power point y viendo como se suceden los numeritos en su tarjeta, empezando a transpirar frío e imaginando serias torturas a infligir sobre su amada con el puntero laser.

No solo eso, sino que también tuve que escuchar como mi querida amiga había estado en una ocasion dudando acerca de la compra de una cartera carísima, y en el proceso de decision había llamado varias veces al marido para consultarle/ quemarle la cabeza durante su jornada laboral. No creo tener que explicarles mi opinion al respecto. Yo claramente me pongo en el lugar de él.

Aparentemente la equivocada soy yo… por poco me empalan con mis comentarios… vaya uno a saber… Será que debería haber nacido hombre?

viernes, 10 de diciembre de 2010

CARA DE POKER


Viernes a la mañana. Estoy cansada y francamente fastidiada. Mi jefe me tiene hace dos semanas con un laburito al que no le encontramos la vuelta. “Encontramos” es una forma de decir. El es la persona encargada de marketing y ventas de la empresa, pero hay cosas que no quiere hacer, a pesar de saber fehacientemente que yo no tengo el tiempo necesario para hacerlas. Aparentemente él considera que yo no entiendo “el concepto que él quiere transmitir”. Básicamente está pretendiendo que yo no solo maneje programas de diseño que no conozco, sino que además, utilice tiempo que no tengo de mi día laboral, para “crear” descripciones y actividades nuevas. Vengo pensando en decirle que si quiere que yo empiece a ser el area de “Marketing”, que por favor me saque todas las demás tareas operativas y urgentes que me queman diariamente, y que mínimamente no pretenda que yo maneje en horas programas nuevos como si fuera diseñadora, arquitecta o afín.

En medio de mi furia contenida de varios días, llega (tarde) mi querida compañerita K. Ya han podido leer las delicias a las que nos tiene acostumbrados esta chica. En el día de la fecha, llegó moqueando, con la voz más aguda que de costumbre, super excitada ¿Cuál era el motivo de tal estado anímico?

“¡Es que mi bebé terminó el jardííín!” comenta. “No saben qué emociónnnnn… Fue Hermosa la fiestitaaaaa…. Ay…. Y me duele la cabeza de los nerviossss”

¿Nervios? ¿Eso te genera nervios? ¿Tengo que hacer algún tipo de comentario adicional? ¿Creen ustedes que hace falta que les describa mi cara? ¿Da para hacer una escena de tamaña envergadura? ¿Será que hoy yo estoy particularmente con los patos volados?

Definitivamente me llamé al silencio. Y la mandé a armar el arbolito de Navidad de la oficina… tarea que le fascinó, como se imaginarán

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EMBARAZOS & NACIMIENTOS


La ausencia de instinto materno que prima en mí ha sido ya tema de varios de mis posts. Ampliando un poco más el concepto, puedo agregar que este temita no se aplica unicamente a mi reticencia a tener cría, sino que incluye también una profunda indiferencia por los embarazos y nacimientos generados a mi alrededor.

Vuelvo hoy en particular al tema porque en el día de ayer nació el bebé de un primo mio, y volví a recordar mi conducta repudiable ante tales eventos.

Básicamente, en general me comporto de la siguiente manera:

Durante el embarazo:

* Si la situación de la pareja no me queda muy clara (en cuanto a haber buscado o no el embarazo), al enterarme pregunto irremediablemente: “¿Tengo que felicitarte?” y/o “¿Es una buena noticia”? Sé que la conducta femenina típica en estos casos se resume en un concierto de alaridos de pseudo felicidad, aunque los futuros padres se conozcan hace cuatro meses, ella lo haya pescado a él empomandose a una compañera de laburo y haya quedado embarazada la noche en la que decidió darle otra oportunidad. Sepan disculpar, soy así. Las miradas de odio del resto de las féminas no me generan absolutamente nada, sigo pensando que mi pregunta es razonable
* Luego de haber metido la pata incontables veces, al no recordar el sexo del bebé en formación, he optado ahora por preguntar cosas como “¿Qué nombre me dijiste que eligieron al final?“. Así saco por deducción el dato relevante y quedo CASI bien.
* Me niego rotundamente a ver cualquier tipo de ecografía. No me jodan. No entiendo nada, no veo nada y no… no me parece que se le note ya a eso apenas formado que vaya a tener el miembro más grande del universo.
* Las charlas de mujeres con recomendaciones varias acerca de los primeros meses del bebé me la secan. Por una vez defiendo a muerte mi vicio, que me permite excusarme e irme al patio/jardín/ balcón a fumar.

Ante el nacimiento:

* Llamo y felicito. Tampoco soy tan sorete che… Ir hasta la clínica ya es otro tema.
* Hago esfuerzos siderales por demostrar interés ante datos tan trascendentales como cuanto pesó, cuanto midió y cuanto tiempo duró el trabajo de parto. No retengo ni uno solo de esos detalles, con lo cual no soy la persona más recomendable para retransmitir la noticia a terceros.
* Scientific fact: los bebés recién nacidos SON FEOS. No me pidan que comente que es una belleza, y mucho menos a quien creo que se parece. No se parece a nadieeeeeee ¿Cómo hace la gente para establecer con autoridad que “tiene la barbilla de la madre” o “la nariz del padre”??? Y lo peor es que el resto de los presentes apoya el comentario!!!

Finalmente, solo me queda agregar que el hecho de que cada vez se adopte más la costumbre del “baby shower” en mi círculo cercano hace que aumente mi imflamación de ovarios irremediablemente. Es más, tengo la sensación de que es parte de un complot en mi contra, para ver cuanto aguanto con una pseudo sonrisa en la cara.