viernes, 12 de febrero de 2010

ME EXTRALIMITÉ

Si bien con los años he logrado controlar mi mal genio considerablemente, la parte vengativa y rencorosa, que masculla por lo bajo sigue latente. No he podido hacer nada al respecto. Mis lemas de vida siguen siendo “sientate en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo” y “Todo vuelve”.

Es decir, no es que yo tenga tendencias psicóticas, a nivel de salir a los tiros con una 45, pero en mi cabecita sigue resonando constantemente un “el destino se va a encargar de que me las pague”. Y de hecho ha sido así, hasta ahora, nunca tuve que mover un dedo.

Bueno… esta vez se me fue la mano…. Hay que tener cuidado con lo que uno desea… parece que mis poderes son más potentes de lo que pensé. Yo no quise… yo no pensé… bueno… esteeee…… Sorry….

El tema es el siguiente: hace tres años que una persona se me viene atravesando en el camino, a nivel laboral. Si bien es impecable en su relación con mis clientes, a la hora de “hacer la tarea” y pasarme detalles y especificaciones de cada uno de sus trabajos, se caga olímpicamente y no lo hace. O sea, cuando digo “atravesando”, quiero decir que me complica a mí, porque tengo que estimar yo esos detalles faltantes, y no puedo mandarlo a la mierda como corresponde, con una de mis frases lapidarias. Lamentablemente, resulta prácticamente imprescindible para uno de mis clientes, razón por la cual no puedo dejar de contratarlo cada vez que me lo piden.
De todas maneras, más allá de tener que trabajar de más, lo que me inflama sobremanera los ovarios es tener que dar el brazo a torcer y seguir dandole trabajo.
Sé que soy una malcriada, que cuando algo no me gusta encuentro un placer supremo en decirselo a la persona en la cara, como justificación para nunca más verla y/o trabajar con ella. Una vez más les digo… es lo que hay… a esta altura de mi vida, los cambios son complicados

Adonde querrá llegar esta mina, se estarán preguntando… Hete aquí que al señor en cuestión, mientras estaba en medio de uno de sus trabajos para la empresa, le entraron chorros. No solo eso, al ver que pasaban los días y nadie aparecía, volvieron a entrar, cada vez más tranquilos, unas cuatro veces. No puedo explicarles el cuadro que encontró esta persona en su casa al volver. No contentos con eso, volvieron a entrar dos veces más, y este muchacho terminó saliendo a los tiros, y hasta sacando a uno de ellos del tobillo, de debajo de la cama (literalmente, no estoy exagerando eh!). Por ende, no solo no puede volver a dejar la casa sola, y se pierde el proximo trabajo con nosotros (estamos hablando de bastante dinero en juego), sino que en estos momentos se encuentra atrincherado con un arma, despertandose cada quince minutos para hacer otra ronda, por las dudas.

Yo apuntaba a males menores, lo juro… pero bueno… que se yo…. Por las dudas les aconsejo que jueguen de mi lado.

1 comentario:

Sole dijo...

por eso amiga, como yo sè de quièn habla....Hago lo q Ud quiera...es màs si el doc no me dà el alta para Doty me autolevanto!!!!! jajajaja...pobre pibe!!!