SE QUEDÓ

Hasta ahora venía fantástico, tenía la mejor excusa de todas.
“No… por mí quedate… pasa que yo me levanto siete y cuarto viste??... es un poco temprano”.
Esa línea me servía para espantar a cualquier atrevido, y definitivamente es más política que “vestite y andate”. Una diosa!
Y anoche… que pasó anoche???? Se quedó!!!
Lancé mi línea más o menos levantandome para abrirle… pero no!
“mmmhh… que fiaca… me quedo”, dicho con autoridad… no fue una pregunta, fue una afirmación. Me descolocó definitivamente, no me la esperaba.

Como toda persona estructurada, algo me molestó. No fue el hecho de cucharear tranquilamente un rato largo (se podrán imaginar). Tampoco la permanencia del otro cuerpo en mi cama. Tuve que quedarme despierta un rato para reflexionar al respecto.
Qué cambió en este último año???
Llegué a la conclusión de que vivir sola es un camino de ida. Uno se vuelve mañosa, quiere su espacio, su cama…. Uno se siente invadido fácilmente.
Es decir básicamente:
* cuando quiero dormir, quiero dormir…
* Correte, terminemos con el enlace de cuerpos que estoy incómoda, y además, me das calor!!!!
* llegas a ser de los que roncan y te pateo al piso.
* serás de los que tarda en despabilarse a la mañana?? Lucharemos por el baño?? Me vas a hacer llegar tarde al laburo?

Y la verdad… si te queres quedar y al día siguiente es sabado o domingo… ok, todo bien. Vamos por el mañanero, armamos un buen mate al solcito… fantastico.
Pero la interacción matutina tan temprano, apurandose para ir a laburar?!?!?! Mmmhhh que se yo…

La verdad, funcionó todo bien… simplemente soy una maldita intolerante que no quiere salir de su cuadradito diario planificado.