UN HOMBRE, CUATRO MUJERES, DOS BEBES, UN CORSA…. LA CRONICA

No podría comenzar el relato sin hablar de nuestra querida Aerolíneas Argentinas… según el slogan “para que nos sintamos orgullosos de nuestra aerolinea de bandera” (what?). Vuelo breve, dos horitas, no espero mucho del catering. Casi casi diría que me conformo con una bebida. Ya he visto hasta azafatas que (cual empleada gasallesca) se quejan delante de los pasajeros de tener un cartón de leche para 100 personas. Pero ahí va Aerolíneas, y le pone garra…. y te da un sándwich…. Procedencia, ingredientes y olor dudoso… envasado al vacío…. Paso, gracias.
Llegamos a Salta y ya la cinta de equipaje operaba con delay… como tomandose una siestita cada cuatro minutos… mal presagio.
Gentilmente nos va a buscar al aeropuerto una amiga de mi prima con su mamá…. Personaje si los hay. Yo me enfrasco en el mapa, intentando ubicar el aeropuerto y encontrar la cabaña para ir con el auto… En un momento digo “pero donde está el aeropuerto?” La señora me mira y me dice “pero no estamos en el aeropuerto?” Sin palabras… no pude contener la risa…Así empezamos…
La dueña de la cabaña nos esperaba en la ruta con su auto, para guiarnos… Digo yo, no es más económico invertir en un par de carteles con flechas desde la ruta??? Nada complicado… como para no tener que guiar a cada pelotudo que llega… Humilde opinión...

Una noche nos propusimos ponerle sensación de aventura al viaje. Hicimos asado, y le pedimos al ZONDA que cortara la luz. Daba para fogón, solo que el techo de la galería llegaba justo hasta la línea de la parrilla… no la cubría. Eso lo descubrimos cuando empezó a llover. “Hubo un tiempo que fue hermoso… y fui libre de verdad… lalalala” …

Si estabamos bien con un bebé, por qué no sumar a la ecuación a mi hermana con el segundo bebé. BINGO! Creo que todo esto fue una confabulación, para saber cuanto subió en realidad mi nivel de tolerancia en los ultimos tiempos. Gracias chicas! Vamos por más!
Escuché en este viaje comentarios hilarantes, del tipo “por qué en todos lados dice NOA?”, “Recién volvemos de Chaqui (Cachi)”, y la histórica pero siempre vigente (robada de otro viaje) “por qué hay pulperías, si por acá no hay mar y pulpos?” Solo por esto, el viaje valió la pena!!!

No piensen que porque había mayoría de mujeres, existió algun tipo de pudor, respeto o femineidad. Frases del tipo “quien dejó un esquiador?”, “no, es una resbalada”, o “te re cagaste, h de p” eran moneda corriente. Los eructos peinadores tampoco se quedaban atrás. Almuerzan con Mirtha…..

En síntesis, lecciones aprendidas:
*Los caminos de cornisa hacen vomitar a los bebés (DON´T ASK)
* Los caminos de cornisa hacen vomitar a los adultos (solo que avisan, o lo intentan)
* Los viajes largos hacen aullar a los bebés
* Ya sé cuando un bebé está empachado… Ya sé cuando un bebé comió guiso de lentejas (es directamente proporcional al olor del garco)
* Cuando un bebé empieza la secuencia “memememememememe”, lo ideal es parar el auto y darle la maldita mamadera. Cualquier otra solución alternativa NO funciona.
* Después de este viaje, escalar el Fitz Roy se me hace curiosamente más atractivo y placentero.

Y sí, el auto hedía… y juro que los bebés no eran los culpables…. VERGÜENZA!

Y para finalizar, sin lugar a dudas el CH´AMIGO del viaje se lo ganó por afano el marido de mi prima. Querido… CHAPEAU! Tenés los huevos bien puestos y te banco a muerte. Pensé que cuando cantamos el CD completo de George Michael, volviendo de Cafayate ibas a colapsar. Pero no!! Un duque!!!
Hermoso viaje gente!! Un lugar único y una compañía ejemplar!!! Gracias por aguantar mi acelere característico! Juro que intento controlarlo!