domingo, 25 de noviembre de 2012

SISTERS´ NIGHT OUT


El plan era simple: ir el viernes con mis viejos a ver actuar a mi sobrinita de 3 años, quedarme a dormir en la casa de mi hermana, dejar a mis viejos con los niños y salir a la noche con ella. ¡Impecable! Necesitaba algo de tiempo de calidad con ella, a solas, para contarnos todo lo que no podemos contarnos siempre rodeados de la familia.

La salida se perfilaba hacia el cine, con el único requisito de mi parte de no ir a ver la saga esa de “Crepúsculo”, película que no puede importarme menos.

Aquí abrimos un leve paréntesis, para aclarar que mi hermana es mi debilidad. Logra cosas que nadie logra, y siempre se sale con la suya. Porque convengamos… la adoro.

Hacia el miércoles, comenzó de a poco a cambiarme los planes, llevándome sagazmente de la nariz.
– Viene “X” también, no te jode no? Justo puede dejar a los mellizos, y si no no salgo nunca con ella… daaaaleeeeee… (voz conciliadora mode on).
Y ya promediando el jueves: 
- te pregunto nomás, la verdad…¿ te molesta muuuuchoooo “Amanecer”?… porque es justo la que queremos ver… y yo no salgo nunca daaaaleeeee.

De más está aclarar que fue manipulada vilmente, y terminé yendo a ver esa película infecta rodeada de gente que no puede importarme menos (porque terminaron siendo dos, no una amiga, las que acompañaron el momento, culpa del 2x1 ¿vio?).

Para agravar la situación, descubrí al llegar al cine que las chicas estas YA HABÍAN VISTO la película, y querían volver a verla. Esto escapa totalmente a mi capacidad de comprensión… y se me notó…

No sólo me fumé la proyección sin chistar, sino que no cené (ellas se bajaron dos baldes de pochoclo) y aguanté estoicamente la posterior charla de café basada en relatos de pañales, niños, gracias, deplorable estado físico y total apatía sexual posterior al parto, lipoaspiraciones y botox, entre otras delicias.

Como frutilla del postre, el regreso en auto fue musicalizado por las tres señoras, cantando a viva voz una canción de Ricky Martin (sí… leyó bien… ). No se hace… vergüenza…

Yo no pedía mucho... ¿Cómo fue que terminé en esta situación? ¿Será que mi adorada hermana en realidad no quiere escucharme? Mmmm creo que no debería ahondar en eso. Mejor me voy a jugar con mi sobri… ella si me quiere…

miércoles, 7 de noviembre de 2012

BREVE


Interesante el efecto de una botella de vino un domingo a la noche. Uno empieza a extrañar personas que deberían quedar en el pasado. Ya lo sé... no estoy descubriendo América, solo comprobando esta máxima conocida.

Tengo que recordar guardar bajo llave la batería del celular en esos momentos… no vaya a ser que la próxima se me ocurra hacer llamados peligrosos.

Vamos pensando alternativas... ¿dónde carajo dejé esas dos pilas AA?